Este es uno de los puntos transcendentales a la hora de instalar una sensor de humedad en el suelo. Antes de instalarlo, hay que decidir el punto más representativo de la explotación posible para manejar el riego en función de la información aportada por estos sensores.
En la parte norte del árbol a aproximadamente 15cm del gotero haremos una pequeña calicata para ver que actividad radicular tiene. Si tiene mucha raíz, si no si tiene una buena barbada, a que profundidad empieza, etc. Todos estos datos obtenidos lo que nos va a permitir es saber si se puede montar la sonda en ese punto o no. Para ello, haremos diferentes catas en diferentes árboles representativos y estableceremos un criterio de selección.
Ilustración 1: Técnico de IOland en búsqueda previa de raíces
Cuanto más acertado sea el punto de elección dependiendo del sistema radicular medio de la finca, más precisos serán los datos a la hora de representarlos en la gráfica.
Otro factor importante de las raíces es la orientación. Ellas, trabajan mejor cuando están en la cara norte del árbol porque tiene menor radiación solar durante el día, por lo cual, en esa parte, el volumen radicular será mayor.
Es decir, normalmente tendremos más raíces y ligeramente con mayor humedad, en la parte norte del árbol.
A modo de resumen, podríamos decir que en cultivo asentado, se debe hacer una exploración de la zona radicular característica de la unidad de superficie representativa, comprender su distribución y calidad, y entonces, instalar el sensor de suelo en base a estas características.
Si no se siguen estos pasos, los datos que interpretaremos en la plataforma, no tendrán nada que ver con la realidad, las decisiones que tomaremos no tendrán criterio, no veremos resultados satisfactorios y por lo tanto, dejaremos de hacerle caso el sensor. Punto este último, que, por desgracia, sucede muy habitualmente.