Concepto. ¿Qué tiene que ver con la agricultura? ¿Podemos adelantarnos a los problemas?

El uso de la integral térmica en la agricultura, toma especial relevancia a la hora de establecer ciertas pautas de comportamiento de las plagas o estado fenológicos de las plantas, a partir de las temperaturas ambientales a las que están sometidas. Por tanto, se trata de un parámetro ambiental que indica el número de grados acumulados desde el 1 de enero del año en vigor, que superan la temperatura umbral de desarrollo, expresado en grados día.

Al final se trata de una simple suma de grados, es decir de las temperaturas efectivas diarias por encima de la temperatura de desarrollo. Hay que tener en cuenta que todo estado o ciclo ya sea de una plaga o una planta, se desarrolla a partir de un umbral térmico inferior y superior. Por tanto, que sean inferior o superior a este umbral supone una parada en el desarrollo o un crecimiento más lento. Estas temperaturas no se contabilizan a la hora de calcular la integral térmica.

La integral térmica, es necesaria para conocer la situación en la que se encuentra el ciclo biológico de algunas plagas que causan bastante daño en la agricultura como son: el piojo rojo de california, el piojo gris o el cotonet. Anticiparnos mediante tratamientos fitosanitarios para aplicarlos en el momento óptimo, y mantener el nivel de plaga por debajo del umbral económico de daño (UED), (IVIA), ayuda a los agricultores a poder sustentar su producción.

Además, la temperatura ambiente a la que está sometido el cultivo, tiene una influencia directa sobre la velocidad de crecimiento. Dicho lo cual, con esta herramienta podremos predecir y por tanto anticiparnos, a un estado fenológico como puede ser: brotación, fructificación o cuajado, así como predecir la recolección; y realizar de una forma correcta el tratamiento correspondiente, consiguiendo así un ahorro económico.

Ilustración 1. Integral térmica calculada en la plataforma digital de IOLand.

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