¿Qué significa cada parámetro? – ¿Cómo se relaciona entre ellos?

Las plantas absorben el agua y los nutrientes principalmente por las raíces, en este proceso fisiológico entra en juego dos parámetros importantes como son: la Evapotranspiración y el Déficit de Presión de Vapor o DPV, regulados por la temperatura y humedad relativa ambiental.

Evapotranspiración

La evaporación y la transpiración ocurren simultáneamente y no hay manera sencilla de distinguir entre los dos procesos. En las primeras etapas del cultivo, el agua se pierde principalmente por la evaporación directa del suelo, pero con el desarrollo y cuando la masa foliar cubre totalmente el suelo, la transpiración se convierte en el proceso principal (fuente, FAO).

Evaporación: Se trata de un proceso por el cual el agua líquida se convierte en vapor de agua y se elimina de la superficie evaporante: ríos, caminos, etc.

Transpiración: Proceso por el cual, el agua contenida en los tejidos de las plantas es eliminada a la atmósfera en forma de vapor. Los cultivos pierden el agua a través de los estomas.

Déficit de Presión de Vapor

Se conoce el DPV como la diferencia entre la cantidad de agua en el aire (forma de vapor) y la cantidad de humedad que puede acumular este aire cuando está saturado de agua (Vapor). Se mide en Pa o Kpa, y se relaciona con la humedad relativa, la temperatura y el potencial de condensación. Puede emplearse para evaluar necesidades de cultivo, problemas de enfermedades, ya que muchos patógenos con frecuencia requieren una lámina de agua en la planta para desarrollarse. Con el DPV podemos determinar las condiciones en las cuales la condensación tiene posibilidad de producirse.

  • DPV alto: Significa que el aire tiene mayor capacidad de retener agua.
  • DPV bajo: Significa que el aire no puede aceptar más humedad y se acerca al punto de rocío.

El rango del DPV oscila entre 0 y 7 Kpa. Siendo 0 una atmósfera saturada de humedad y 7 un ambiente muy seco.

Ya conocemos que la planta absorbe agua a través de las raíces, es en este proceso cuando se produce un movimiento continuo de agua a través de la planta hasta que llega de nuevo a la atmósfera, debido a que “el aire en el interior de la planta” está prácticamente a presión de vapor saturado, mientras que el aire exterior pocas veces está saturado de agua. Se produce entonces el movimiento de agua desde el interior de la hoja hacia el exterior, ya que el aire puede absorber más cantidad de agua. Si observáramos el DPV veríamos que nos encontramos con un DPV alto, debido a la temperatura y humedad ambiental.

Por tanto, el DPV es muy importante para la transpiración de las plantas, ya que en un DPV elevado las plantas liberan más agua en forma de vapor a través de los estomas, es por ello por lo que al haber mayor transpiración habrá mayor absorción de agua y nutrientes por parte de las raíces. Sin embargo, un DPV muy elevado rozando los 7 Kpa, las plantas reaccionan cerrando los estomas con el fin de evitar una excesiva pérdida de agua o deshidratación por transpiración.

En cambio, un DPV cercano a 0 limita la planta en su proceso de transpiración, debido a que la atmósfera se encuentra ya saturada de vapor de agua.

Ilustración 1. Observación de las absorciones radiculares en relación con el DPV. Media de los 50 primeros cm. Plataforma IOLand.

Como podemos observar en el gráfico, podríamos decir que es de especial importancia este parámetro, para saber la dinámica radicular, y de este modo conocer los momentos en que la planta absorbe agua y nutrientes y así poder diseñar o programar con mayor precisión los requerimientos hídricos logrando optimizar el uso del agua de riego.

Desde IOLand, con la finalidad de cerrar el ciclo suelo-planta-agua,  aportamos ese valor de más para conocer todos los puntos necesarios en un cultivo para mejorar en su rendimiento en base a la monitorización del riego.

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