La productividad en la agricultura depende del clima.
El crecimiento y la cosecha de plantas es una respuesta tanto a la genética como al medio ambiente circundante.
Con una cuidadosa planificación e investigación, ayudan a los agricultores a satisfacer las demandas mundiales de alimentos y otros productos agrícolas. Los patrones climáticos impredecibles, debido al cambio climático y otros fenómenos meteorológicos, han aumentado la necesidad de datos más precisos.
La estación Ioland cuenta cuenta con diferentes sistemas de medición muy precisos, como por ejemplo el sistema de sensor de humedad y temperatura del suelo y esto ayuda a deducir entre otros factores si el suelo tiene suficiente agua retenida para ayudar a que crezcan los cultivos.
Nuestro sistema calcula junto a nuestros ingenieros los datos de capacidad de campo y umbral de riego.
También mide la conductividad eléctrica, es una medida indirecta de la concentración de sales minerales. Todos los datos son medidos en continuo, con información cada 10 minutos.
Ilustración 1: Instalación en cultivo de patata
Todo lo mide un único sensor que se puede instalar por ejemplo cubriendo datos hasta 80cm de profundidad. Toda la información las recoge un “logger”, una placa base que almacena e interpreta todos los datos enviándolos por conexión remota a la plataforma Ioland, donde se ven todos los datos representados en gráficas.
Nuestra sonda cuenta con 8 sensores de temperatura, humedad y conductividad separados cada 10cm. Esto nos haría un total de 24 sensores precisos de medición.
El logger contiene una tarjeta sim conectada a Internet las 24h del día enviando datos al servidor y a la plataforma Ioland. También contiene una tarjeta microSd, donde almacena toda la información registrada.
Información que puede proceder del sensor de suelo, pero también de sensores de humedad y temperatura ambiente, dendrómetro, anemómetros, pluviómetros, etc.
Establecer una supervisión adecuada de las condiciones climáticas en esta nueva industria de la agronomía basada en datos es una de las cosas más importantes que los agricultores pueden hacer por sus campos, ya que les ayuda a abordar desafíos comunes y a optimizar mejor su trabajo, el uso del agua y la salud de los cultivos.
